INTRODUCCIÓN
El Virus Respiratorio Sincitial (VSR) es altamente contagioso y representa un riesgo significativo para las infecciones nosocomiales en hospitales, especialmente en unidades de cuidado intensivo, pediatría y en pacientes vulnerables.
El VSR se transmite principalmente por gotitas respiratorias y superficies contaminadas, por lo que el control de infecciones en estos entornos es crucial.
Control de infecciones en hospitales
El manejo de pacientes infectados con VSR exige, en primer lugar sospecharlo y detectarlo. Desde la sospecha es necesario instalar medidas estrictas de aislamiento. Los pacientes deben ser ubicados en habitaciones individuales o áreas específicas para evitar la transmisión cruzada. El uso adecuado de equipos de protección personal (EPP), como mascarillas, guantes y batas, es fundamental para prevenir el contacto con secreciones respiratorias.
La higiene frecuente de manos y la desinfección continua de superficies y equipos médicos son esenciales para reducir la propagación del virus. Además, se debe educar al personal hospitalario sobre la importancia de estas prácticas y del manejo adecuado de residuos.
Uso de antibióticos: evitar su prescripción innecesaria
El VSR es un virus, y como tal, no responde a antibióticos. En muchos casos, los pacientes infectados por VSR desarrollan infecciones bacterianas secundarias, pero esto no justifica la prescripción de antibióticos de manera rutinaria.
Es esencial que los profesionales de la salud diagnostiquen correctamente las infecciones y se enfoquen en tratar las complicaciones virales y bacterianas solo cuando sea necesario, siguiendo las guías clínicas actualizadas.
El uso racional de antibióticos es clave para reducir la carga de resistencia antimicrobiana y mejorar los resultados en los pacientes.